El nivel de los ríos en la República Checa vuelve paulatinamente a su estado normal, por lo que los trabajos de saneamiento van avanzando. Mientras tanto, el Gobierno analiza medidas para proteger las propiedades del Estado y de los ciudadanos de las eventuales nuevas riadas.
Las recientes inundaciones que azotaron parte de Europa se han cobrado en la República Checa 12 vidas humanas y los daños materiales superan los 465 millones de euros, aunque esta suma no es final todavía. La situación se estabiliza y en el país están en pleno auge los trabajos de limpieza y de superación de los estragos causados por el agua desbordada.
En los lugares donde han sido levantadas las barreras anti inundaciones, los daños fueron mucho menores que en otros, lo que demostró la justificación de los recursos empleados por el Gobierno para la adquisición de esos sistemas. Sin embargo, en algunos sitios las barreras protectoras no pudieron ser terminadas, porque existen terrenos que están en manos privadas y sus propietarios piden sumas elevadas para venderlos al Estado.
El ministro de Agricultura Petr Bendl, calificó ese comportamiento de chantaje y destacó que en aquellos lugares donde las barreras fueron terminadas, se logró reducir al mínimo los daños de las riadas. El ministro Bendl propuso aprobar una normativa para expropiar los terrenos indispensables para la instalación de las vallas protectoras.
”Imponemos en la legislación la construcción de carreteras en caso de ser necesario para la sociedad. Lo mismo pasa con los gasoductos, acueductos y redes de electricidad. Deberíamos ser capaces también de proteger el país de las inundaciones. Y en este caso, las barreras anti inundaciones responden a los intereses nacionales. Por ello no deberíamos vacilar en expropiar terrenos para garantizar su instalación”.
Esta medida podría tener respaldo en el Parlamento, ya que la oposición también expresó su acuerdo con ella.
El turismo es uno de los sectores afectados marcadamente por las recientes inundaciones. Los ríos desbordados dañaron un sinnúmero de palacios, museos, teatros y otras instalaciones histórico-arquitectónicas y culturales, que tuvieron que ser excluidos temporalmente de los programas de visitas de los tour operadores. Sin embargo, gracias a la ayuda de voluntarios, se logra superar los estragos con mayor rapidez de lo esperado.
Así es el caso por ejemplo del palacio de Veltrusy, cerca de Praga, que estuvo rodeado de agua, su planta baja inundada, así como todo el parque a su derredor. Al lugar llegan ahora voluntarios que ofrecen ayuda, indica Jana Hessová, portavoz del Instituto de Protección de los Monumentos Históricos.
”El estado del palacio y del parque deben analizarlo primero los especialistas para confirmar si no hay peligro de derrumbe y de caída de árboles en el parque. Sólo después podrán ser iniciados los trabajos de limpieza con ayuda de voluntarios, porque no queremos exponerlos a ningún peligro”.
La reapertura del palacio de Veltrusy a los turistas está prevista para inicios de julio, pero la recuperación del extenso parque que rodea este inmueble llevará años enteros. Poco a poco se van reabriendo también otras instalaciones y sitios de atractivo turístico, o sea que los programas de la temporada veraniega podrán efectuarse.
Prosiguen igualmente las colectas públicas para los damnificados de las riadas, organizadas por varias iniciativas y organizaciones como Hombre en Emergencia, la Cruz Roja y otras. En la cuenta creada por la fundación de la Radiodifusión Checa y denominada ‘Ayuden con nosotros’ hay actualmente más de 233.000 euros.
Fuente | Radio Praga
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