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viernes, 23 de mayo de 2014

Prague Food Festival ‘14

“¡No coman, ni beban ni vivan mal!”. Ese es el lema principal del festival Prague Food Festival que por octava vez volverá a ofrecer las delicias de la cocina. Entre las comidas a degustar destaca entre muchos otros, el goulash de siluro, el pez espada, el sushi a lo vegano con wasabi fresco, el puré de cordero con jalea de rosal silvestre, el bollo salado francés y el helado de flor de Sichuan.

Del 23 al 25 de mayo puedes explorar los aromas y sabores de Praga entre las propuestas de entrantes, platos principales y postres que cada restaurante selecciona para la ocasión. Con Food Festival, los visitantes conocerán la variedad de los productos locales en los diferentes talleres que se imparten durante los tres día y degustar los diferentes vinos y cervezas.

Prague-Food-Festival

El evento gastronómico Food Festival permite probar cada año las más sorprendentes e innovadoras creaciones de los mejores chefs y restaurantes, en un escenario incomparable; al aire libre y bajo los árboles de los jardines reales del Castillo de Praga, el principal monumento cultural e histórico de la ciudad.

La ciudad a orillas del Moldava cuenta con una amplia gama de reconocidos restaurantes y el festival es el gran momento para reunir a los más selectos, junto a los sumilleres de más renombre, los productores de alimentos y bebidas no industriales, las granjas y los negocios familiares.

Además, Food Festival coincide en fechas con otro gran evento gastronómico del país, el Festival de la Cerveza Checa de Praga que se celebra del 15 al 31 de mayo. Bajo las grandes carpas que se instalan para el festival y las mesas y bancos al aire libre con capacidad para 4000 visitantes, podrás probar hasta 70 tipos de cervezas checas distintas.

El festival se celebrará entre el viernes y domingo en el Jardín Real del Castillo de Praga.

 

Precio: 500 CZK

Horario

- Viernes y Sábado: de 12 a 21h.

- Domingo de: 12 a 20h.

Más info | Prague Food Festival

sábado, 12 de abril de 2014

¿Te vas a Praga en Semana Santa? Esto te puede interesar

La capital de la República Checa, Praga, ofrece un gran abanico de eventos en Semana Santa. Las atracciones favoritas son los mercadillos de Pascua que tienen lugar en las tres plazas más conocidas e importantes de la ciduad: la Plaza de Wenceslao (Václavské náměstí), la Plaza de la Ciudad Vieja (Staromestské námestí) y la Plaza de la República (Náměstí Republiky). Este año se celebrará del 5 al 27 de abril y sólo en la Plaza de la Ciudad Vieja habrá acerca de 90 puestos con productos tradicionales checos como son los huevos de Pascua, encajes, la decoración de Pascua o juguetes de madera y marionetas. Alrededor de 10.000 personas visitan los mercadillos cada día, algunas sólo pretenden comprar, otras están interesadas en el abundante programa cultural. Éste programa incluye, entre otras cosas, espectáculos de música y danza, muestras de oficios antiguos, decoración de huevos de Pascua o fabricación de velas. Los más pequeños, además, podrán probar algunos oficios en el taller infantil situado en la Plaza de la Ciudad Vieja.

La Pascua de Resurrección va unida a una gran cantidad de tradiciones y costumbres, algunas de ellas con raíces paganas. En las ciudades actuales ya no se conservan tanto, pero en los pueblos y regiones con grandes tradiciones folclóricas, por ejemplo, en Moravia, siguen estando vivas.

A la Pascua de Resurrección como tal le antecede la Semana Santa o la semana de la Pasión de Cristo, que nos recuerda la cumbre de la vida de Jesús – su muerte y su resurrección. Cada uno de los días de la Semana Santa tiene su nombre especial – el Miércoles Santo, Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado Santo. Entre las tradiciones que pertenecen a esta semana están la ’partida de las campanas a Roma’ – en esta semana, durante el Jueves Santo, las campanas suenan por última vez y se silencian hasta el Domingo de Resurrección.

 

Después de esta breve introducción sobre la celebración de la Semana Santa en Praga, explicaremos una serie de posts ya publicados anteriormente en este blog y que espero que sirvan de gran utilidad:  

 

Se describe una pequeña guía de 2 días para hacer una ruta por la ciudad de Praga. Con lo más importante y lo que uno no puede dejar de visitar.

Información sobre el metro de Praga, con enlaces directos a la diferentes líneas, tarifas y demás información útil a tener en cuenta.

Estos tickets sirven tanto para el Metro, tranvía, bus y el funicular de Petřín.

El transporte en la ciudad de Praga funciona perfectamente y el servicio es excelente por lo que es muy barato moverse por la ciudad en transporte público.

Empezaremos por el distrito del Castillo (Hradčany en checo), el más antiguo de la ciudad de Praga y en él podemos destacar el Castillo de Praga y la Catedral de San Vito

Continuamos con el barrio de Malá Strana, que se puede traducir por el Lado Pequeño, Barrio Pequeño o Ciudad Pequeña, está situado al lado del Distrito del Castillo y está lleno de hermosos palacios, iglesias y plazas, que florecieron junto a  la nobleza del imperio. Destacamos: el Puente de Carlos y el Monasterio de Strahov.

La Ciudad Vieja (Staré Město) fue el lugar del asentamiento original de Praga. En el siglo XIV, Carlos IV expandió la ciudad con la fundación de la Ciudad Nueva. Los dos barrios se encuentran separados por la calle Na Příkopě. Destacamos: La Iglesia de Nuestra Señora de Týn, El Ayuntamiento Viejo, dónde podremos encontrar el famoso Reloj Astronómico y El Cementerio Judío.

La Ciudad Nueva (Nové Město) es una extensión de la Ciudad Vieja que data del siglo XIV. Lo más importante que visitar es La Plaza de Wenceslao, La Casa Danzante, El Teatro Nacional (Národní Divadlo) y La Torre de la Pólvora.

 

¿Dónde comer?

Las bulliciosas cervecerías checas son todo un must para hacer una incursión en la cocina popular. Las hay tan famosas como U Fleků (Kremencova,11), o menos turísticas como Novoměstský pivovar (Vodickova, 20). Además de los restaurantes mencionados, para una cena romántica, el Kampa Park (Na Kampe, 8b), Belle Vue (Smetanovonábr,18); U Malířů (Maltézskénám, 11); y, en verano, el elegante U Zlaté studně, en la azotea del hotel Golden Well (U Zlate Studne, 166/4). Para probar la cocina checa de fusión, V Zátiší (Betlémské nám). Y la única estrella Michelin del país, en el Allegro del Hotel Four Seasons (Veleslavínova, 2a).

 

Cualquier duda/problema/sugerencia estamos disponibles en los comentarios de la entrada, en nuestro Twitter y en nuestro Facebook.

 

¡¡Muchas gracias a los compañeros de AeroAsturias por difundir esta información!! 

Mercadillo de Pascua en Staromestské námestí

sábado, 2 de noviembre de 2013

San Martín y las tradiciones

Un pato asado bien dorado y vino joven. Nada de esto puede faltar durante los festejos de San Martín, que cae el 11 de noviembre; cuando, según dice el pronóstico, nos debe este Santo dejar la primer nieve.

San Martín nació en el año 316 d.C. como Martín de Tours. Su padre, tribuno militar romano pagano en la provincia romana de Alta Panonia, actual Hungría, lo obligó a entrar en el ejército ya a la edad de 15 años. Dice la leyenda, que una noche fría y oscura Martín vio en la calle a un méndigo semidesnudo implorándole caridad. Pero Martín no llevaba monedas y tratando de proteger al méndigo del frío, cortó con su espada su capa militar entregándole la mitad a aquél pobre hombre. La noche siguiente vio en sus sueños a Jesucristo vestido precisamente con el mismo trozo de la capa. Probablemente influenciado por esta aparición, Martín recibió el bautizo en la Noche Santa del año 339 y decidió consagrar su vida a Dios. Pero para abandonar el ejército tuvo que esperar otros casi 15 años hasta ser ascendido a oficial. En el año de 372 fue ordenado obispo en Tours y, a pesar de su nombramiento, seguía viviendo como un monje en una cabaña cerca del río Loira, donde posteriormente se fundó la abadía de Marmoutier. San Martín murió el año 397 en Candes cerca de Tours a la edad de 81 años. Es el patrono de los soldados, caballos, caballeros, patos y viticultores y su imagen más frecuente es sobre un caballo con la mitad del manto y el méndigo.


Ya en la antigüedad la fiesta de San Martín pertenecía a las más preferidas del año. Este día se lo relacionaba no tan sólo con la llegada de la primera nieve, sino también con la verdadera verbena con todas sus pertenencias. Los criados generalmente terminaban sus servicios acordados, recibían sus sueldos y buscaban el servicio para el año venidero. En muchos lugares se celebraban también, además de la verbena, ferias de ganado. En las regiones vinícolas este día pertenecía a la fiesta del nuevo vino.


En esta fiesta no puede faltar, en ninguna casa, un pato de San Martín, bien cebado y bien asado, generalmente servido con albóndigas de harina de pan y albóndigas de patata y repollo rojo. El pato también se relaciona hasta con dos leyendas. Según la primera se come, porque los gansos interrumpían los sermones de San Martín y en la cazuela cumplen su castigo y la segunda cuenta que Martín fue tan humilde que antes de ser elegido obispo se escondía en una granja de gansos, pero los gansos lo delataron con sus graznidos. En la mesa de San Martín no pueden faltar también las tradicionales medialunas rellenas con semillas de adormidera o mermelada de ciruela y, naturalmente, el ya mencionado vino, vino joven blanco o tinto que es un excelente acompañante de la cocina checa.

Roast_duck_with_dumplings_(Czech)

martes, 22 de enero de 2013

48 horas en Praga, todo lo que no te puedes perder

Partida en dos por el río Moldava y desgajada en cinco barrios históricos, la Ciudad de las Cien Torres o la Praga de Oro sabe encandilar con su uniforme inventario de callejas y plazas adornadas de iglesias, cúpulas y palacios. No en vano es Patrimonio de la Humanidad.

Día 1

De la primera cerveza a la Ciudad Vieja (3 h)
Si todavía fuera tiempo de cenar, para entrar de lleno en la esencia checa podría tomarse un taxi hasta la famosísima cervecería U Fleku, con más de cinco siglos a sus espaldas. Sus bulliciosas salas apuntan como una opción que ni pintada para ir haciéndose al ritmo de la ciudad a través de sus costumbres –y la degustación de las mejores cervezas es un asunto casi sagrado en Praga–, y de paso también a través del estómago. Para bajar las contundentes sopas de la casa o especialidades tan carnívoras como el cerdo al horno o el goulash à la Flek, nada como un paseo por la Ciudad Vieja. Bastará llegar al célebre Puente de Carlos, de lo más bucólico y sin las hordas habituales de admiradores una vez anochecido, para desde allí deambular sin prisas por las callejuelas de este esencial barrio histórico al que habrá de volver para visitar sus monumentos y participar de su ambiente.

Reloj Astronómico de Praga

No hará falta echar mano del mapa, porque casi inevitablemente se acabará llegándo a la plaza principal de la Ciudad Vieja, con su muestrario de fachadas burguesas en tonos pastel y edificios tan señeros como la iglesia de Tyn y la Torre del Ayuntamiento, presidida por el Reloj Astronómico más famoso de toda Europa.

 

Día 2

El Castillo y Malá Strana (5 h)
El conjunto monumental del barrio del Castillo o Hradcany es tan rico que podría tranquilamente acaparar todo el fin de semana, aunque convendrá intentar sacar lo mejor de él en esta primera mañana. Para llegar a sus alturas hay pocas formas tan encantadoras como tomar uno de esos tranvías que le añaden carácter a la vieja Praga. Desde que en el siglo IX se erigiera su primera fortificación, ha sido siempre en esta zona aupada sobre una colina que domina toda la ciudad donde ejercieron su poder los reyes de Bohemia. Hoy es también aquí donde tiene su oficina el presidente del país. Dentro del perímetro amurallado de la ciudadela afloran palacios, museos, jardines y grandes monumentos religiosos aunque, ante la imposibilidad de verlos todos, habrá por lo menos que optar por la Catedral gótica de San Vito, el Palacio Real, la Basílica de San Jorge y el encandilador Callejón del Oro en el que antaño vivían los alquimistas de la corte –Praga es junto con Turín y Lyon uno de los vértices del llamado triángulo esotérico de Europa–.

En una de sus diminutas casitas de colores, hoy ocupadas por tiendas de artesanía, vivió brevemente el mismísimo Kafka.
Por la romántica escalinata de Zámecké Schody podrá bajarse desde el Castillo hasta el barrio de Malá Strana, adornado de magníficas fachadas renacentistas y barrocas y, en su plaza, por el templo de San Nicolás, a cuyo campanario subir a disfrutar las vistas. Hay muchos restaurantes para comer en la zona, como el coqueto U Tri Houslicek de la monumental calle Nerudova. Lo suyo será intentar no demorarse demasiado, porque queda por explorar la porción más sabrosa del casco antiguo.

Puente de Carlos y el Castillo de Praga

El corazón del casco antiguo (5 h)
Cruzando el Puente de Carlos, atestado de paseantes y artistas callejeros, la vía Karlovaconduce por la otra orilla del río Moldava hasta la Plaza de la Ciudad Vieja o Starometské námestí, rodeada por un fenomenal laberinto de callejuelas por el que perderse a voluntad durante las siguientes horas. Eso sí, antes de lanzarse a paladear el regusto medieval de sus galerías y patios porticados, de recalar en alguna de sus tabernas o de admirar las piezas de cerámica, cristal o las preciosas marionetas que exhiben sus escaparates, habrá que vérselas primero con esta animadísima plaza que se llena de terrazas con buen tiempo. Sobre sus fachadas despuntan las torres de Nuestra Señora de Tyn, tan imponentes que en lugar de una iglesia se diría una fortaleza. Y también, por supuesto, el Ayuntamiento, con una galería panorámica a la que se puede subir y el famoso Reloj Astronómico, a cuyo alrededor se arremolinan auténticas multitudes cuando a las horas en punto comienzan a desfilar las figuritas de los Doce Apóstoles.
Difícilmente dará tiempo de asistir a alguno de los conciertos clásicos que tan a menudo ofertan por el centro de Praga muchos de sus palacios, capillas y hasta el complejo arquitectónico del Klementinum, en el que los jesuitas establecieron en el siglo XVI su monasterio y universidad. Casi mejor dedicar la tarde a deambular a voluntad por su tramo más histórico, sin perderse el conjunto de patios y pasajes que se abre por las inmediaciones de la calle Melantrichova, el encanto de otras vías como Jakubská y Stupartská o la elegante calle Celetná, que conduce hasta la Torre de la Pólvora y el edificio art nouveau de la Casa Municipal. Ésta alberga un bonito café en el que podrá hacer un alto para decidir si volver hacia el Puente de Carlos para admirar desde allí el atardecer, decantarse por una sesión de Teatro Negro en las diversas salas que ofrecen este tipo de espectáculo tan indisociable de Praga u optar por un buen restaurante con vistas para ponerle la guinda al día.

 

Día 3

Última mañana en el Barrio Judío (3 h)
Si solo se dispusiera de la mañana, se haría bien consagrándosela a Josefov, el barrio que custodia las memorias de la que fuera una de las mayores juderías de Europa. Su viejísimo cementerio es de visita obligada. Cerca de 12.000 lápidas se hacinan en este reducido espacio que desde el siglo XV hasta el XVIII fue el único lugar de enterramiento de la nutrida comunidad hebrea de la época. Se trata de un auténtico viaje al pasado a pesar de que del barrio en sí apenas han sobrevivido un puñado de sinagogas o el Antiguo Ayuntamiento Judío. Y es que en los albores del XX se destruyó el ghetto para ampliar la ciudad y darle un aire entre parisino y vienés, de ahí que las mejores calles de Josefov luzcan adornadas de espléndidos edificios modernistas. Es precisamente por la calle Paríszká, la más elegante de Praga, donde se han asentado las grandes firmas de moda y muchos ateliers de diseñadores locales.
Quienes tengan todo el día podrían completarlo con la visita de la fabulosa biblioteca que alberga el Monasterio Strahov, entre el barrio del Castillo y la colina de Petrín, así como con el exceso barroco de la cercana plaza de Loreto. O dedicar las horas que aún queden a explorar desde la alargadísima Plaza Wenceslao a los tramos más apetecibles de la llamada Nove Mesto o Ciudad Nueva. La que surgió en el siglo XIV como expansión del casco viejo atesora joyas como el Museo Nacional o el Teatro Nacional, amén de encantadores cafés literarios con la historia del Slavia o el Louvre, en las calles Smetanovo nábrezí y Národni, entre cuyos asiduos figuraron desde Kafka y Rilke hasta Jaroslav Hasek.

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GUÍA PRÁCTICA

Cómo llegar
Vuelos directos de Madrid y Barcelona a Praga con Wizzair, Iberia, Vueling y Czech Airlines.

Cómo moverse
Las hechuras de la Praga histórica son perfectas para descubrirlas a pie. Aun así hay un excelente transporte público, con metro, autobuses y tranvías. La tarjeta Prague Card, válida para dos, tres o cuatro días, permite acceder con descuento a los principales monumentos.

Dónde dormir
Al más alto nivel, el Mandarin Oriental, en un monasterio del siglo XIV; el Boscolo Prague, en un magnífico edificio neoclásico, o el también cinco estrellas pero de diseño At The Three Storks. También, hoteles más asequibles pero con el encanto del Neruda, de diseño, o los vanguardista Andel's y Yasmin.

Dónde comer
Las bulliciosas cervecerías checas son todo un must para hacer una incursión en la cocina popular. Las hay tan famosas como U Fleku (Kremencova,11), o menos turísticas como Novomestsky pivovar (Vodickova, 20). Además de los restaurantes mencionados, para una cena romántica, el Kampa Park (Na Kampe, 8b), Belle Vue (Smetanovonábr,18); U Maliru (Maltézskénám, 11); y, en verano, el elegante U Zlate Studne, en la azotea del hotel Golden Well (U Zlate Studne, 166/4). Para probar la cocina checa de fusión, V Zatisi (Betlémské nám). Y la única estrella Michelin del país, en el Allegro del Hotel Four Seasons (Veleslavínova, 2a).

Ocio nocturno
Para una copa en un entorno elegante, el Cloud 9 Sky Bar & Lounge (Pobrezní, 1), en lo alto del Hilton Prague, o el Buddha Bar (Jakubská, 649/8). Clubs con DJ hasta la madrugada como SaSaZu (Bubenské nabrezi, 306) o Mecca (U Prùhonu, 3). Y entre los muchos locales de jazz, el Jazz Dock (Janáckovo nabrezí, 2), o el mítico Reduta (Národní trída, 20) en el que Clinton hizo sus pinitos con el saxo durante una visita de estado.

Compras
Por la calle Parizska del Barrio Judío están las principales firmas de moda, y en calles de sus alrededores también han asentado sus boutiques muchos creadores locales. La porcelana y el cristal son compras típicas en Praga. Se pueden encontrar en tiendas como Qubus (Rámová, 3), Futurista Universum (Betlémské nám. 5a) o Artel Design Shop (Celetná, 29). Las joyas con granates son también una buena compra, así como las marionetas artesanales y los vinos de Moldavia.

Más información
Turismo de Chequia en España y Turismo de Praga.

domingo, 18 de marzo de 2012

Alan x el mundo – República Checa | Brno (2) y Mikulov

En este capítulo acaba su visita a Brno, donde va al centro de la ciudad. Por la noche va a una degustación de vinos de Moravia al poblado de Mikulov.

Otros videos relacionados:

- Karlovy Vary

- Praga (2)

- Brno

- Kutná Hora

- Praga

martes, 13 de diciembre de 2011

Pizzeria Einstein

 

Con cuatro restaurantes en la ciudad de Praga y una gran variedad de menús, Einstein es muy famoso por su promoción especial para estudiantes con ISIC (carnet de estudiante internacional): come 2 y paga 1 – (Avisar al camarero antes de pedir)


Una pizza grande cuesta alrededor de 150 coronas checas (5,80€ / 8$) y tienes la posibilidad de obtener una más de forma gratuita y así disfrutar de una cena con amigos y ahorrar algo… que en el Erasmus ya se sabe… Sonrisa


Para conocer este restaurante se puede visitar uno de los cuatro que hay en la ciudad y los cuales están cerca del centro de la ciudad y de las estaciones de tranvía: