Si quieres conocer cómo se divierten los praguenses te recomendamos abandonar el centro histórico y dirigirte a alguno de los barrios vecinos situados en las colinas adyacentes. Solo aquí podrás sentir esa insoportable levedad del ser y convencerte en tus propias carnes de la auténtica tradición de bohemia. Una tradición que la mayoría de los vecinos de la ciudad antigua, con gusto y entusiasmo, vienen desarrollando desde hace siglos.
Uno de los barrios famosos de Praga es Žižkov, que se extiende al pie del monte Vítkov, en cuya cima se alza un gigantesco monumento con una de las mayores estatuas ecuestres del mundo. La estatua que es imposible pasar por alto, representa a Jan Žižka de Trocnov, jefe militar de los husitas que nunca ha sido derrotado. El municipio situado justo debajo lleva su nombre. Cuando vayas a Žižkov te servirá como uno de los puntos de orientación la construcción más alta de Praga, la torre emisora de televisión de Žižkov, que ha sido calificada por algunos periodistas, que, perdón, probablemente nunca hayan estado en este lugar, como uno de los edificios más feos del mundo.
El Monumento nacional de Vítkov es una obra funcionalista construida entre los años 1929-1933. Su principal finalidad era el homenaje a los legionarios checos y eslovacos en la resistencia checoslovaca durante la Primera Guerra Mundial. Entre 1954–1962 fue situado aquí también el mausoleo de Klement Gottwald.
La Torre emisora de Žižkov fue construida entre 1985 – 1992 según el proyecto del arquitecto ing. Václav Aulický y Dr. Ing. Jiří Kozák. La construcción consta de tres tubos cilíndricos de acero que alcanzan 134 metros. El tubo principal alberga dos ascensores de alta velocidad y enlaza con el adaptador de la antena alcanzando 216 metros.
Barrio de Žižkov
Žižkov, es un barrio bohemio cargado de vida nocturna, de cafeterías, bares y artistas, a veces suele ser señalado como el Montmartre de Praga y, no sin razón,ya que tiene mucho en común con el conocido distrito de París. Igual que éste, se sitúa al pie de una colina consagrada a los guerreros y los mártires de la guerra, en su ladera había antes un viñedo y desde siempre ha atraído a artistas de todo tipo.
Sobre todo los amantes de la cultura alternativa encontrarán en Žižkov un verdadero paraíso en la Tierra. Realmente, a cualquier paso que des hallarás un club o una taberna repletos de personas interesantes. A todo aquél que se dirija a Žižkov por vez primera, le recomendamos empezar en el centro mismo de toda la movida: el Palacio Akropolis, situado justo debajo de la torre de Žižkov. Encontrarás aquí una cafetería, un bar, dos salas y cada día un concierto o a uno de los DJ´s locales. La original decoración del interior es tan peculiar como lo es el destino de este palacio. Hace tiempo, la llamada “compañía para el entierro por cremación” practicaba aquí el teatro de la comedia. Actualmente, el palacio, además de un club y de cafeterías, alberga la central del festival de cine de estudiantes y cineastas principiantes, Fresh Film Fest. Durante los días de celebración del festival, las películas se proyectan en diversos lugares de la ciudad. Uno de los lugares más interesantes es el Parque de Riegr (Riegrovy sady) donde puedes seguir las películas en una gran pantalla con el espectacular panorama de Praga con la silueta del Castillo al fondo.
Callejuelas de Žižkov . Disfrutarás mejor del ambiente por la noche, si te pones a caminar por las estrechas y empinadas calles hacia alguno de los muchos clubs locales.
El lugar al Sol
La mayoría de los expertos locales seguramente coincidirá en que una de las vistas más bellas de Praga, junto con el Moldaba y sus puentes, se disfruta desde la terraza de cerveza de Letná y del parque que se sitúa al lado. Hace mucho tiempo, el emperador Segismundo, ensombrecido, observaba desde este mismo lugar la destrucción de su cruzada en la cercana colina de Vítkov. Y solo a unos pasos de aquí, en los años 50 del siglo pasado observaba la ciudad uno de los mayores grupos escultóricos de piedra del mundo:el monumento a Stalin. Hoy reconocerás este lugar según un gran metrónomo y grupos de jóvenes con sus monopatines.
Desde tiempos remotos, la planicie de Letná ha sido un lugar ideal para realizar concentraciones de gente y encuentros de todo tipo. En el extenso llano de Letná, donde hace tiempo se planeaba construir un complejo de edificios gubernamentales, fue un gran campamento del ejército, lugar de celebración de los festejos comunistas de la fiesta de los trabajadores, o escenario de las manifestaciones revolucionarias en el año 1989 cuando se acumulaban aquí hasta 750.000 manifestantes que expresaron en voz alta su desacuerdo con el gobierno de los entonces señores del cercano Castillo de Praga. En la década de los noventa del siglo pasado, desde aquí el Papa Juan Pablo II bendijo a los praguenses, y también aquí los Rolling Stones y Michael Jackson presentaron sus grandiosos shows.
Letná significa “colina soleada” o también “lugar al sol”, por eso la mejor opción es visitarla durante un día de verano. Si sales por la mañana, puedes visitar por el camino varios museos, localizados justo en edificios de gran valor arquitectónico: lo mejor es empezar en el Palacio Ferial, sede de la Galería Nacional, y continuar en el Museo Técnico Nacional. Si aun dispones de tiempo, da un paseo, sin seguir un rumbo determinado por los callejones aledaños que están repletos de pequeños locales de comida para llevar y galerías privadas. La ilusión que se te despertará por los nuevos descubrimientos no verá su fin. Si el cercano barrio de Žižkov se parece al Montmartre de París, Letná puede compararse con el Montparnasse. El barrio pertenece a la gente joven, a los bohemios y a los estudiantes de la cercana Academia de Artes Plásticas.
En el tradicional festival Letní Letná (Letná en verano) vivirás un ambiente auténtico del nuevo circo y acróbatas, malabaristas y todas las atracciones unidas al circo. ©Festival Letní Letná
De todas formas, tienes que acabar tu excursión en la terraza, situada junto al palacete de Letná. Puedes sentarte en un banco bajo los castaños que todas las noches rezumban como si se tratara de colmenas, y mientras tomar una cerveza disfrutando de una espectacular vista de Praga a la puesta del sol. Por la noche el encanto de la ciudad de las cien torres impacta con mayor fuerza aun.
Vía | Czech Tourism
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